Cómo debe de ser un vídeo presentación de empresa
Detrás de cada marca hay una historia. Una visión, una forma de hacer las cosas, una razón por la que existe. Y aunque hoy en día todos tenemos una web, redes sociales y un logo bonito, lo que realmente conecta con las personas es aquello que no se puede copiar: la esencia de tu empresa.
Ahí es donde entra el vídeo de presentación corporativa.
Pero ojo: no se trata de juntar tomas de la oficina, música inspiradora y cuatro frases con voz en off. Un buen vídeo de presentación de empresa no solo muestra lo que haces, sino quién eres. Y eso se nota, o no se nota. No hay término medio.
Si estás pensando en hacer uno, o renovar el que tienes, aquí te contamos cómo debe ser un vídeo corporativo que realmente hable por ti.
1. No empieces con lo que haces, sino con por qué lo haces
Sí, vendes productos, ofreces servicios o desarrollas tecnología. Pero eso no es lo que emociona a tu audiencia.
Lo que engancha de verdad es tu motivo para existir. ¿Qué problema resuelves? ¿Qué te diferencia del resto? ¿Qué valor aportas al mundo?
🗣 “No trabajamos solo con números, trabajamos con personas que sueñan con ver crecer sus proyectos. Y eso lo cambia todo.”
Ese tipo de mensaje conecta. Humaniza. Abre la puerta a la confianza.
Un buen vídeo de presentación debe comenzar por ahí: por lo que te mueve.
2. Tu equipo, tu espacio, tu día a día: lo auténtico enamora
Hay una obsesión con mostrar solo lo “bonito” o lo “perfecto”. Oficinas de revista, planos con drones, gente que parece sacada de un banco de imágenes.
Pero lo que de verdad genera cercanía es mostrar quién está detrás de la empresa. Tu equipo, tu forma de trabajar, tus valores en acción.
Un plano en el que se vea a una persona hablando con pasión, una sonrisa real, una reunión en la que fluye la energía… eso vale más que mil tomas impersonales.
Haz que el espectador sienta que os conoce, que le gustaría trabajar con vosotros o contrataros.
3. Cada empresa tiene su tono: encuéntralo y respétalo
El vídeo de una firma de abogados no debe parecerse al de una startup de diseño gráfico. Ni el de una bodega tradicional al de una agencia de marketing.
Tu identidad visual y verbal debe estar presente en todo el vídeo: colores, tipografía, música, ritmo, estilo de edición...
¿Sois formales, creativos, disruptivos, cercanos, minimalistas, clásicos? No importa cuál sea tu tono, lo importante es que sea coherente con lo que eres.
Y aquí es donde una buena productora marca la diferencia: sabe captar tu esencia y traducirla a imágenes.
4. No te centres solo en lo visual: el mensaje lo es todo
Puedes tener un vídeo visualmente impecable, con planos espectaculares, pero si el mensaje no está claro, no servirá de nada.
El guión (incluso si es solo para una voz en off, texto en pantalla o frases sueltas) debe transmitir:
Qué hacéis
Para quién lo hacéis
Por qué confiar en vosotros
Qué os hace diferentes
Qué resultados o impacto generáis
Y todo eso en menos de dos minutos. Porque sí, vivimos en la era de lo breve. Si no captas la atención en los primeros 15 segundos, es probable que el espectador se marche.
5. Emoción
La gente no recuerda datos. Recuerda cómo le hiciste sentir.
Un vídeo corporativo no es solo informativo. Debe emocionar, inspirar, hacer que el espectador se sienta parte de algo.
Por eso, más allá del producto o servicio, muestra la historia humana detrás de tu empresa. El esfuerzo, la pasión, la evolución, los pequeños logros.
Y si puedes incluir el testimonio de un cliente real, mejor todavía. Nada vende más que la voz de alguien satisfecho.
6. ¿Dónde se verá el vídeo? Piensa en su destino
El vídeo puede (y debe) usarse en muchos canales:
En la home de tu web
En presentaciones o reuniones comerciales
En ferias o eventos
En campañas de email marketing
En redes sociales
Incluso como fondo para llamadas o videollamadas corporativas
Pero según dónde vaya a usarse, se puede adaptar el formato. Por ejemplo:
Horizontal y más largo para web
Cuadrado o vertical para redes sociales
Versión con subtítulos para reproducir sin sonido
Fragmentos más breves para campañas
Una buena estrategia no es solo hacer el vídeo, sino saber cómo sacarle el máximo partido.
7. ¿Y la duración ideal? Lo breve, si es bueno…
Un vídeo de presentación de empresa suele durar entre 1 y 2 minutos. Lo suficiente para contar lo esencial, sin aburrir.
Si tienes mucho que mostrar, considera hacer varios vídeos cortos, cada uno con un enfoque diferente: uno de visión de marca, otro de procesos, otro de equipo, etc.
Lo importante no es contarlo todo, sino contar lo importante con impacto.
8. ¿Necesito una productora para hacerlo?
Seamos claros: puedes hacer un vídeo con tu móvil. Hay herramientas online, cámaras accesibles y apps de edición. Pero el resultado no será el mismo.
Un vídeo profesional transmite profesionalidad. Y en el mundo empresarial, eso marca la diferencia.
En Productora Starlight no solo grabamos: te ayudamos a construir tu historia, darle forma, ritmo, alma. A hacer que tu empresa brille como lo que es.
Desde el concepto hasta el último segundo de postproducción, cuidamos cada detalle para que tu vídeo no solo se vea bien, sino que deje huella.
En resumen
Tu vídeo de presentación es tu carta de presentación ante el mundo. Es tu voz cuando tú no estás. Tu escaparate, tu pitch, tu historia.
Haz que cuente lo que de verdad importa. Haz que conecte. Y sobre todo, hazlo con propósito.
Porque si tu empresa tiene algo especial, tu vídeo también debería tenerlo.